jueves, 22 de octubre de 2009

¿De qué hablamos cuando hablamos de ECOLOGÍA?

Ecología, como disciplina, ha sido incluida en las curriculas escolares, y se ha ido incorporando al lenguaje cotidiano. En general los temas relacionados al ambiente han producido un gran impacto en la sociedad. En las estructuras de gobierno se han formado ministerios de medio ambiente; se fabrican productos “ecológicos”, se publican revistas de divulgación sobre el tema, se crearon asociaciones ecologistas, y todo político que se precie de tal en sus campañas, tiene que presentar su propuesta ambiental. Si bien hablar de ecología, se ha vuelto muy popular, enfrentamos algunas contradicciones: por un lado, no hay una relación directa entre la calidad del ambiente que nos toca vivir y los mensajes que constantemente escuchamos sobre las formas de protegerlo; por otro lado se hace un mal uso de la terminología que se emplea en esta disciplina, llegándose a utilizar la misma palabra “ecología” en forma totalmente incorrecta.
Ecología deriva del griego, oikos, que significa lugar donde se vive o casa. El término fue acuñado en 1869 por el biólogo alemán Ernst Haeckel (1834-1919) en su libro "Generelle Morphologie des Organismen", con ella designaba "al estudio de las relaciones de un organismo con su ambiente inorgánico u orgánico”. Años después, Pontes de Miranda (1924) agrega a este concepto la idea de estudiar las relaciones positivas o amistosas y las de tipo negativo (enemigo) con las plantas, animales. En 1972 Odum, define Ecología como el estudio de las relaciones de los organismos o grupo de organismos con su ambiente. La fuerte presión que ejerce el hombre sobre la naturaleza, presentando comportamientos y costumbres totalmente diferentes a otras especies, hace que dentro de la definición de la palabra Ecología, se introduzcan variables que afectan exclusivamente a los seres humanos. Wickersham en 1975, la describe como la disciplina que estudia los procesos, interacciones y la dinámica de todos los seres vivos entre sí, incluyendo los aspectos económicos, sociales, culturales y psicológicos.
Ecología es una de las ciencias más jóvenes que se ha desarrollado mucho en los últimos años del siglo XX. Sin embargo, no es nuevo que el hombre piense en el ambiente, a lo largo de la historia de la humanidad fueron muchos los que se han preocupado por conocer su entorno. El hombre primitivo era un agudo observador de la naturaleza, su supervivencia dependía del conocimiento que tuviera de la misma. Aristóteles en la antigua Grecia, estudió numerosos animales, detallando su forma de vida, esto implicaba analizar las relaciones de los organismos con todo aquello que lo rodeaba, en Historia animalium, nos acerca los conocimientos de las plantas y animales que se tenían en la época. Filósofos como Tales y Anaximandro buscaban explicaciones a los fenómenos que observaban en la propia naturaleza, esto implicaba apartarse de las creencias de la época, que atribuían la aparición de todo suceso a la voluntad de los dioses. Hipócrates cuando trataba de determinar la causa de una enfermedad, buscaba la explicación en causas naturales como el clima, nutrición. El ambiente no siempre fue tema de filósofos o científicos. Un colono como William Penn, durante la colonización de EEUU, decretaba que por cada cinco hectáreas de bosque que se talara, debía apartarse una conservando los árboles.
En la última mitad del siglo XX, paralelamente al desarrollo de la Ecología como ciencia y al aumento de problemas de contaminación, creció en la población la inquietud por la problemática ambiental. Se han a formado agrupaciones, organizaciones no gubernamentales (ONGs), que vuelcan sus esfuerzos en la defensa y protección del ambiente. A estas entidades y a las personas que en ella participan se las llama ecologistas, término que debe diferenciarse del de ecólogo, utilizado para referirse al científico que investiga en el área de ecología.. Son actividades totalmente distintas, pero que se complementan, mientras que el ecologista tiene una actividad de difusión, información, de lucha activa (en general pacífica), el ecólogo trabaja generando conocimiento, investigando. El ecologista necesita del conocimiento que genera el ecólogo para poder efectuar sus reclamos con argumentos sólidos. Desde ya el acercamiento del científico a la comunidad es un factor importante para que el conocimiento llegue sin “deformaciones”.

1 comentario:

Karina Darril dijo...

buenísimo el blog... felicitaciones!!!